Nueva York 1882- 1967
Realismo
- Gustave Courbet
- Edward Hopper
La melancolía, las metáforas de la evasión (trenes, carreteras, solitarias gasolineras…), lugares vacíos todos ellos, en los que uno esperaría encontrar gentío, son intrínsecos a su obra.
Puede decirse que Hopper se identificó con el hombre de la calle, en vez de bromear sobre el mal gusto de la clase media consumista que desencadenó la prosperidad de posguerra. Nunca imitó los procesos de reproducción que vaciaban de significado las imágenes, todo lo contrario, la carga emocional de su pintura emana de su perspicacia psicológica y su dominio, sin igual, del manejo del pincel, la composición, la luz y el color